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KARATE EN LA INFANCIA

La práctica del Karate, como la de cualquier arte marcial, enseñado de forma progresiva y debidamente planificado, conlleva en los niños un sinfín de beneficios.

 

Tanto para niños como para adultos, los principales beneficios del Karate incluyen tanto la salud del cuerpo, como la de la mente junto a la obtención de una actitud consciente, reflexiva y respetuosa.

 

  • Desarrolla la concentración, el auto control, y la confianza en uno mismo.

  • Pone el cuerpo en forma y mejora la coordinación.

  • Aumenta la fuerza y la flexibilidad.

  • Enseña a respetar a los compañeros y a trabajar en equipo con humildad.

 

De forma resumida, los beneficios de las artes marciales en niños, son:

 

  1. Si son bastante intranquilos se calmarán un poco, ya que aprenderán a canalizar su energía y también a respetar a los demás compañeros, por la disciplina que obtienen con la práctica del mismo.

  2. Ayuda a los niños y niñas a superar paso a paso la timidez que puedan tener y a buscar el apoyo de sus compañeros para interactuar con ellos y ayudarse entre sí.

  3. Si se adaptan al modelo de Kumite deportivo, aprenderán a superar sus miedos y si practican Kata, desarrollarán la mente y el cuerpo, superando el miedo a actuar en público.

  4. Respecto a la competición, se inculca inicialmente a los niños que es un juego, que  no hay ni mejor ni peor, simplemente hay que disfrutar de lo que se hace y eso debe ser transmitido desde el Sensei hacia el niño desde que son pequeños. Esto les ayudará a desarrollar la humildad, la valía y el respeto por los demás en la competición.

  5. También se ayuda a llevar una vida sana, a adquirir buenos hábitos de vida, sobre todo si se participa en alta competición ya que, aparte de entrenar, se deben cuidar mucho más la alimentación y las horas de sueño.

 

Los niños y las niñas a los que les guste este arte marcial deben comenzar a practicarlo en la edad más temprana posible, o especialmente en la adolescencia, lo que les ayudará a concentrarse mejor a la hora de estudiar, mejorando la toma de decisiones, y a tener una buena disciplina en el colegio, respetando a sus compañeros y superiores.

 

Al adulto, la práctica ha de proporcionarle una mejor calidad de vida, preparándole para la vejez, y un espacio donde reflexionar y desarrollar aún más su inteligencia emocional.

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